Lo difícil no es comprar, es salir del supermercado sin tropezar.

Ayer por el cansancio del viaje se me olvidó decir cómo es el apartamento. Tiene dos habitaciones, una con dos mesas de estudio una más grande que la otra, y tres sillas, y la otra, más grande, con 3 armarios, una litera y una cama individual. En la litera duermen Raquel arriba y Esther abajo, y yo en la cama individual, lo decidimos ayer. También tiene un salón bastante grande con dos sillones, una tele y una mesita pequeña, una cocina con un fregadero, una vitrocerámica, un lavavajillas, una nevera pequeña, un horno y un microondas, un baño en el que hay una lavadora que nos hará falta para no tener que ir a la lavandería, y un pequeño balcón con vistas a un parque. Es bastante grande en general.

Me levanto y veo que Esther y Raquel todavía están durmiendo. Voy al baño y a la cocina. Que yo sepa no tenemos comida, pero a saber si los del sorteo o Stefany nos han puesto algo en los armaritos. Abro uno y veo un paquete grande de galletas y una nota. La abro y pone:

      “Dear draw winners, we suppose that you didn’t had time to buy anything, as it came a little late and probably somewhat tired from the trip, so here we leave cookies and milk in the fridge, and in the cabinet below there are glasses, dishes and cutlery. The key wifie is "drawingforayearinLondon".  We expect this year to be one of the best of your lives.

Sincerely: The committee draw "a year in London"”

No es que no sepa inglés, pero cogí el móvil, abrí el traductor de google y copié todo, después lo leí ya en español:

       “Queridas ganadoras del sorteo, suponemos que no han tenido tiempo de comprar nada, ya que llegaron un poco tarde y seguramente algo cansadas por el viaje, así que aquí les dejamos galletas y en la nevera tienen leche, y en el armarito de abajo tienen vasos y cubiertos. La clave del wifie es: "drawingforayearinLondon". Esperamos que este año sea uno de los mejores de vuestras vidas.

Atentamente: El comité del sorteo "un año en Londres"”

Que amables. Cogí la leche, serví tres vasos y los calenté en el microondas, puse galletas en un plato y lo puse todo en la mesita del salón. Todavía Esther y Raquel están durmiendo. Preparo para que suene “Pray” de Justin Bieber en el móvil a todo volumen, voy a la habitación y le doy a play. Aunque sea a todo volumen, es una canción relajada, total, tengo todo un año para probar modos de despertar a mis mejores amigas, así que al menos el primer día, vamos a empezar bien. Tardan un poco en levantarse, y cuando lo hacen apago la música. Van al baño primero Esther y después Raquel y van al salón, donde está nuestro desayuno. Desayunamos y hablamos. Luego nos cambiamos, y salimos a pasear por Londres. Nos encontramos con Salomé así que paseamos con ella.

Vimos el big ben, the houses of parliament, el río Támesis, los autobuses rojos de dos plantas, las cabinas telefónicas, el ojo de Londres… Ver todo esto nos recordaba a las clases de inglés en el colegio, que la profesora siempre nos enseñaba fotos y nos mandaba trabajos. Nos sacamos un montón de fotos. A la hora de almorzar fuimos al primer restaurante que vimos y comimos. Ahora son las 5 y estamos paseando por Oxford Street. Tiene un montón de tiendas. Al ojo de Londres ya nos subiremos, la entrada es bastante cara y tenemos un año entero para podernos subir.

Paseamos por un montón de sitios. Ahora acabamos de pasar por un supermercado y me acordé de una cosa, no tenemos comida en casa. Bueno, nos quedan algunas galletas y algo de leche, pero hay que comprar.

-Chicas, tenemos que comprar comida.-Les digo señalando el supermercado.

-¡Es verdad!- Dice Raquel.

-Yo me levanté a las 7 de la mañana y ya hice la compra. Voy al apartamento que invité a una amiga de aquí, la conocí una de las veces que vine con el instituto.-Dijo Salo. Ella estaba en el colegio Inglés de Santa Cruz de Tenerife así que venía un montón, lógico que conociese a gente.

-Vale. ¡Chao!- Dijimos Esther Raquel y yo.

Se marchó y entramos al supermercado. Como no hemos hecho ninguna lista porque hasta ahora no nos habíamos acordado fuimos las tres juntas. Cuando acabamos de comprar, salimos cargadas de bolsas, cuando yo, muy torpe que soy, tropiezo con algo y me caigo al suelo. Se cae todo de las bolsas y por suerte, solo se escachó y se empezó a derramar, un brick grande de zumo. De resto, todo a salvo. Me levanto, yo sola, ya que Raquel y Esther están partidas de la risa y no podían ni darme una mano. Se burlaron de mi diciéndome que si estaba bueno el suelo y esas típicas “bromas” que se le dicen a una persona cuando es tan patosa como yo durante todo el camino. Cuando volvemos al apartamento, nada más entrar y cerrar la puerta dice Raquel:

-¿Sabes qué? Había detrás tuyo riéndose disimuladamente un chico con gafas de Sol y capucha, aunque aún así se le veían los rizos inconfundibles de un famoso cantante de un grupo que creo que las tres conocemos.

-Ja ja ja muy graciosa, y detrás de ti estaba Perry el ornitorrinco luchando contra el doctor Doofenshmir.- Me burlo.

- ¡Oye que es en serio! - Dice siguiendo con la broma.

-Raquel no me vengas con cuentos chinos ni japoneses cariño, que no nací ayer. Anda, ¡vamos, a guardar la compra!

-¡Créeme qué es en serio!

-Raquel, ¿crees que soy boba? ¿cómo voy a creerme que el mismísimo Harry Styles estaba detrás mío riéndose “disimuladamente” de mi torpeza? -Digo un poco molesta de que Raquel siga intentando que me crea su broma.

-No pienso que seas boba, pero deberías creerme.- Dice ella con una carita triste- Anda vamos a la cocina.

Llegamos a la cocina y ya Esther está colocando comida en los armaritos y en la nevera.

-Hace medio año Cristina dijo que viniéramos a guardar la compra, yo le hice caso y llegué a los segundos y ella misma y Raquel llegaron al medio año- Dijo como si estuviera narrando una historia. La fulminé con la mirada.

Cuando acabamos de guardar la compra, de cenar, de ver la tele y de hablar, nos pusimos los pijamas y nos acostamos. Otro día menos de nuestro año en Londres.